Entrenando (Izecson D. Pritchett)

11, Agosto, 2010
Algún bosque en Francia.

Totalmente perdido, era lo único que tenia claro, no tenía la menor idea de donde me encontraba, pero de repente me vi rodeado por un espeso bosque, lleno de arboles, y un pequeño rio que pasaba a lado de ellos, montañas, y el aire soplando fuerte contra mi cabello, haciendo que se moviera, no importaba en realidad donde estaba, obviamente este era el lugar perfecto para entrenar mis nuevos trucos, sobre todo quería practicar algunos hechizos que suponían el uso de agua, aprovechando que tenía el rio cerca, los últimos días me había sentido mejor usando los hechizos que involucraran el elemento del agua que cualquier otro, y podía notar que eran mas fuertes, tal vez cada brujo tuviera un elemento fuerte, o tal vez solo fuera por que entrenaba mas con el que con el resto.

Tenía todo el día y la noche para entrenar, no pensaba dormir, no en un bosque como este, así que puse mi pequeña maleta en el suelo y me senté en el suelo con los pies totalmente estirados, recosté mi cabeza en la fina hierva y me concentre en ser uno con la tierra, pasados unos segundos pude sentir como los animales se movían a mi alrededor, pude sentir cada cosa que se movía cerca de mi posición, era increíble que pudiera hacer cosas como estas, abrí los ojos como platos al darme cuenta de que podía extenderlo varios metros mas a la redonda, cada vez era mas sensible, de pronto me distraje por un momento pensando en mi familia, el efecto de mi magia se perdió completamente, trate de volver a concentrarme, solo necesitaba relajarme para luego poder entrenar, era lo único por lo que me había alejado de casa.

Mi concentración era algo inaudito, jamás había estado tan concentrado en toda mi vida, pero pronto todo se esfumo, pude sentir pasos humanos muy cerca del lugar, me incorpore de un salto y corrí al lago, empecé a hacer simples hechizos con el agua, solo la levantaba y jugaba con ella un momento en mis manos, la extendía y contraía con el movimiento rítmico de mis manos, una sonrisa se poso en mi rostro al darme cuenta de las hermosas formas que podía lograr, en realidad el ser un brujo había cambiado totalmente mi vida, no había forma de que este momento fuera arruinado, estaba tan concentrado observando el agua moverse respondiendo a los movimientos de mis manos que no pude notar la presencia de el chico que había sentido venir hace un rato, era blanco, su cabello era negro, tenía su mirada clavada en mi, no, mas bien en el agua, me sorprendí un poco y fue después de unos segundos que levante mi mirada y deje caer el agua al suelo con mis ojos abiertos como platos.

¡Maldita sea¡ Pensé al darme cuenta de lo que había hecho, me había expuesto totalmente, como había podido ser tan tonto, mire con la boca abierta al chico, ¿Y si era un vampiro? Según lo que me habían enseñado mis padres, ellos eran nuestros enemigos, si se daba cuenta de que era un brujo me acabaría, no lo dudaría un segundo, no después de verme usar mis poderes tan a la ligera, lo mire tan solo por unos segundos y fue cuando me di cuenta de que tenía que hacer algo, no podía quedarme allí parado simplemente observando al chico “maravillado” por mis hechizos, no dejaría que esto se fuera a mayores, y sabía muy bien que debía hacer.

H-Hola.. Dije en un leve susurro apenas audible para el, estaba casi sin aliento, no podía creer lo que de verdad estaba pasando, mire al chico a los ojos y cerré mi boca en un acto reflejo, deje que por mis ojos fluyera mi don proyectando en la mente de aquel chico una imagen realmente hermosa, tanto que yo mismo me sorprendí al verme, habían sido muy pocas las veces que había usado mi “Habilidad especial” Aun me maravillaba la claridad de las ilusiones que podía lograr, tal vez esta visión era muy hecha a mi medida, tal vez no podría impactarlo a mi, proyecte en el una playa, con el mar azotando la playa con toda la fuerza, la luna en lo alto y yo allí metido en el agua nadando, era una imagen perfecta, para mi, no sabía como podía reaccionar el a esto, claro no es muy normal que en tu mente valla apareciendo una imagen tan real que tu no puedes distinguir la realidad de esta ilusión, me quede allí parado, admirando la perfección de la escena proyectada, mientras esperaba la reacción del chico.

Todo era tan confuso y difícil, di algunos pasos en dirección al chico y pude ver en su rostro la sorpresa por la visión, me detuve en seco y lo mire por un momento, estaba con la mirada perdida, totalmente hipnotizado por la nitidez de la imagen producida, una leve sonrisa se poso en mi rostro al darme cuenta de que mi don realmente funcionaba a la perfección, también en humanos, bueno si es que el era humano, aun que no parecía ser un vampiro, jamás había visto uno, pero según mi madre ellos eran pálidos y con ojos extremadamente azules, casi como el azul del cielo, y este chico no parecía ser precisamente uno de esos seres perversos enemigos nuestros, pero no podía juzgar sin saberlo de verdad.

De pronto suspire y después de un momento sentí que no podía mover mis extremidades, no podía moverme, ni una sola parte de mi cuerpo respondía a mi cerebro, nada se movía, entre en pánico, de verdad estaba pasando algo extraño, tal vez después de todo el chico si era un vampiro y yo había caído en su trampa, tal vez mi madre se había equivocado y todos los vampiros no eran como ella los describía, trate de moverme rápidamente y perdí la concentración en mi visión, mi don dejo de fluir por mis ojos, y todas mis fuerzas se concentraron en tratar de moverme, mire al chico a los ojos con cara de pánico y odio, no sabía que pasaba pero, definitivamente estaba en problemas, estaba paralizado en frente de un aparente vampiro..

Mi desesperación aumentaba, ese chico que podía ser mi peor enemigo natural estaba allí parado en frente mio y yo no podía moverme, no era precisamente la mejor forma de morir que me había planteado, de lo único que me arrepentía era jamás haber encontrado alguien como yo, aunque jamás me había pasado por la cabeza la idea de morir mordido por un ser mítico, ni siquiera después de que supe la verdad sobre mi naturaleza.

Entre mi pánico y mis ideas confusas en mi cabeza, pude oír la voz del chico, parecía confundido, cosa que me extrañaba bastante, si iba a matarme por que no lo hacía de una vez.. Sabes bien quien soy maldito chupasangre, ahora hazlo de una vez.. Le dije con rabia respondiendo a su pregunta, no solo era un vampiro, era también sinico? La rabia me invadió por completo y el suelo empezó a moverse, un fuerte terremoto empezó a azotar el lugar, era efecto de mi rabia, ya había descubierto que mis hechizos eran mas poderosos con el cambio de mis estados de animo, pero esto de que podía provocar sismos no los sabía, jamás lo había intentado, había estado tanto tiempo concentrado en mi entrenamiento con el agua, mi elemento favorito y con el que mejor me sentía, que había olvidado por completo los demás, una leve sonrisa apareció en mi rostro cuando pude notar que el sismo se hacía cada vez mas fuerte y un árbol empezó a moverse con amago de caer encima del chico.