de compras [libre]

Estaba aburrida solo queria comprar para distraerme no se lo que buscaba solo era un pasatiempo corto no tenia la intencion de comprar nada en especial tal vez unos cuadernos, lapices y plumas o un diario para escribir lo que pienso pero como vampiro no necesitaba uno, pasaba por las tiendas de ropa viendo las prendas que estaban en los maniquies solo estabas ahí parados e inmoviles como los vampiros bueno casi nosotros si nos movemos pasaban las tiendas hasta que vi un lindo vestido negro estraple era perfecto para mi gusto así que decidi comprarlo entre a la tienda para probarmelo, como sospeche me quedo perfecto me cambie y sali del vestidor tome mi bolsa y fui a pagarlo -¿en efectivo o targeta?- pregunto una voz femenina muy debil era otra humana fragil y tonta pero posiblemente seria buena vampiro -eh efectivo-le respondi con amabilidad para no arruinar la dichosa primera impresion aunque no me conocia y no me volveria a ver. Cuando sali de la tienda entre a otra pero en esta vendian libros veia en los estantes los montones de libros acomodados y vi una sombra.

-Hey! ¿Qué has comprado?- pregunté con entusiasmo al ver la bolsa que traía Anabell en la mano.

Habíamos venido juntas de compras, para distraernos un rato y de paso cazar algo que valiera la pena cazar: un humano que se tuviera su merecido. Nos habíamos separado porque ella quería ir a ver algo de ropa, mientras que yo tenía ganas de comprarme un libro. Fui a una librería, y escogí un libro sobre vampiros, me divertía la forma en la que nos pintaban en la ficción. El señor que me atendió, como la mayoría de los hombes, casi ni podía pensar cuando me vio y me atendió con toda la amabilidad del mundo, pero luego llegó otra persona y el cambio en el trato fue bastante notable. La atendió con hostilidad y mala onda.

-un vestido negro y tu?- le respondi con seriedad no estaba distraida pero estaba consentrada en un humano que estaba robando el bolso de una mujer en un callejon mi expresion y dije -Astrid hay un hombre que esta robando si lo matamos no afectara a nadie ¡vamos!- le dije esperando que me siguiera.

Mi mirada rápidamente giró hacia el rostro del ladrón, por instinto, como un gato gira su cabeza al oír un ruido extraño, casi salvajemente. Éste ya estaba escapando con el bolso de la pobre mujer indefensa, quien no paraba de gritar "¡mi bolso, mi bolso!".

Salí corriendo en dirección al ladrón, supuse que con Anabell detrás, y, por cierto, un tanto más rápido que los humanos. Pero en ese momento no pude pensar en ellos, en su impresión, ni en lo que podrían llegar a pensar, sino que sólo estaba siendo llevada por el hecho de querer saciar mi sed, y el dulce aroma de su sangre tampoco ayudaba demasiado a disimular...

Corri muy rapido estaba segura de que si golpeaba al ladron un par de veces para guiarlo a un callejon vacio podria matarlo lentamente para que sufriera o muy rapido con mi don pero tenia que compartirlo con Astrid bueno tal vez se lo deje todo a ella el aroma de su sangre era muy amarga y orrible casi vomito no literalmente claro, corri mas rapido y mas rapido hasta estar cara a cara y lo empuje hacia otro lado.

El ladrón cayó al piso con un fuerte estrépito.

-¿Quién... qué son u-u-stedes?- Tartamudeó el muy chanta, haciendo un gran esfuerzo por pensar, mientras parecía deleitarse con nuestra imágen.

Miré a Anabell y reí.

-¡Jajaja! ¿Qué somos? -Pregunté aún riendo.- ¿Quieres saber qué somos?-Miré nuevamente a Ana, con maldad en mis ojos.- Demostrémosle qué somos.

Lentamente me fui arrimando al horrorizado y débil humano, sintiendo la satisfacción de su aroma y de estar matando por un fin.

Estaba sola con Aastrid y con ese ladron preguntaba ¿quienes eramos? bueno Astrid estaba muy diferente muy perversa y cruel no sabia como era posible eso, cuando me miro yo lo que hice fue sonreir con mucha maldad no tan raro en mi por supuesto luego Astrid dijo que mejor dicho que eramos me dijo demostremosle que somos -Si,claro-, no queria su sangre en mí y lo unico qeu quedaba era matarlo, en un rapido movimiento tome al humano de la cabeza y sin importarme nada mas la gire muy rapido y esto provoco que su cuello se rompiera -Astrid si queres toma su sangre yo no tengo sed- le dije con seriedad no me gustaba beber la sangre de las presas que me dan tanto asco.

La miré extrañada. Yo, aunque no tuviera sed, el aroma de la sangre me incitaba a tomar, y más si se trataba de sangre humana.

-Como quieras- dije con una sonrisa, me acerqué al cuerpo inmóvil y clavé mis colmillos en su garganta. ¡Al fin! Hacía años que no provaba la sangre humana, era sencillamente maravillosa la sensación. Esa quemazón en la garganta estaba siendo apasiguada por la dulce sangre.

En menos de un minuto, ya había tomado hasta la última gota.

-¡Qué delicia! Sabía mejor de lo que olía... a tí no te gustaba el aroma ¿cierto?

Veia a Astrid bebiendo la sangre de ese humano no sentia nada ni mis pensamientos tenian ideas, estaba parada como una estatua, creo que le gustaba mucho ese aroma y ese sabor tan rico de la sangre hmana pero esta estaba como podrida -no, el aroma era muy espantoso- solo le dije eso no queria decirle lo asqueroso que tenia esa sangre parece que ese ladron habia hecho mucho daño, no queria asquear a Astrid.

-¡Ay no lo sé! Pero estaba deliciosa... Supongo que cualquier sangre humana es más rica que una animal.-Volví a mirar al ladrón, con el bolso de la señora. Lo tomé y dije: -¿Qué hacemos con esto? ¿Lo devolvemos?

-creo que si, pero hay que ser cuidadosas de no asustar a la anciana, en cuanto al ladron hay que hacer que crean que se suicido.-solo tenia dudas de si eso del plan con el ladron funcionaria o no? Paro tambien como devolveriamos el bolso a la pobre anciana?