Creo que te lo debo [Fallon + Libre]

por **Antonella Grace** Dom Ago 08, 2010 6:12 am

Entre en la cafeteria temprano por la mañana. Nadie se había levantado a desayunar aun cosa que me venia como anillo al dedo. Mientras menos gente menos tendras que sonreír me dije a mi misma antes de salir de la habitacion.
El uniforme me quedaba un poco estirado y posiblemente amarrarme el cabello no ayudase mucho a la imagen de una chica adolescente, si no que lucia como si me encantara aquel lugar. 'Ese es el chiste, ¿no?' Me dije a mis adentros caminando por los desiertos pasillos.

Una campanaba titineaba cerca. Madrugar no era mi estilo, sin embargo esto empezaba a gustarme dado que cuando entre en el comedor el ambiente lucia realmente agradable. Me quede de pie contra la entrada. Absorta en la luz que se colaba por el enorme ventanal. Todo lucia tan fantasmagorico y etereo que no me podia creer que los humanos aceptasen andar por allí. Rodeados de nosotros. Y de vampiros por supuesto.
Me encogí de hombros contra el marco. Habían mas que cosas como yo por aquí. Habian cambiaformas y licantropos y ahora mismo no queria toparme con alguno de ellos.

Entonces decidí que hoy seria el dia de ser social con un vampiro. Reí para mis adentros. Menuda tonteria, se me ocurre justo cuando la cafeteria esta vacia.
Pero pensandolo un par de veces recorde en que mesas solian centarse los vampiros. A diferencia de la mis apartada de todo tipo de cosas. Camine con paso lento hasta la barra. Allí ironicamente no había una sola alma.
Más para mi suerte las cosas ya estaban servidas. Con mucho gusto y el estomago rugiendome cogí un par de frutas y escogí al 'azar' una de las mesas ocupados por vampiros habitualmente y me sente sin provar nada.
Y justo en el momento escuche pasos, levante la mirada sonriente. Haciendo mi mejor esfuerzo.

por **Dave Mustaine** Lun Ago 09, 2010 1:17 am

Dave se despertó muy temprano. Se vistió, se lavó los dientes, etc. Su estómago rugió... y lo primero que pensó fue "Vaya, apenas me levanto y ya tengo hambre..."
Salió de la habitación casi sin hacer ruido, como si fuera un gato. Se dirigió a paso rápido a la cafetería, ya cerca de allí bajo la velocidad. Pero se llevó una sorpresa: Cuando entró, había una hermosa chica sonriendo, sentada sola en una mesa. Para la A Dave no le agradaban esas mesas. Pero de todos modos, también sonrió y se acercó caminando a la mesa.
-Puedo?-preguntó Dave señalando una silla.

por **Fallon M. Beaumont** Lun Ago 09, 2010 8:16 pm

¿Cómo era posible que yo, Fallon Marie Beaumont, estuviera despierta a estas horas de la mañana? Me parecía inconcebible, simplemente no era yo, yo nunca me despertaba tan temprano. Por lo general despertaba más o menos a las doce del día... Claro, cuando dormía. Era realmente extraño que ya estuviera despierta. Y además, estaba un poco mal humorada, lo que no era común en mi excepto cuando si lo era.
Que idiotez más grande. Pero era cierto, la mayoría de las veces que me sentía de mal humor, terminaba riendo y haciendo estupideces como todos los día, como si no hubiese pasado nada. Pero hoy me sentía algo diferente, me sentía susceptible, de verdad sentía que estaba irritada por algo, sentía ganas de gruñirle a la primera persona que pasara frente a mi.

Y con ese pensamiento entendí lo que pasaba. Me reí de mi misma al darme cuenta, pues no podía haber sido más obvio. Tenía hambre; sed, mejor dicho; ya llevaba varios días sin probar ni una sola gota de sangre. Había estado comiendo, si, alimentos humanos como ensalada y cosas así. Pero eso no me saciaba, lo "disfrutaba" en el momento que lo ingería, pero realmente no representaba ningún cambio, pues si no comía alimento humano no me moriría, en cambio si no tomaba sangre; era la sangre lo que realmente me mantenía viva.

Así que fuí hacia mi armario y me vestí, con prendas comunes, una blusa negra y unos jeans color claro, peinando un poco mi cabello. Era temprano por lo que no muchos debían estar en el comedor, esperaba que nadie, así me sentiría más cómoda devorando bolsas de sangre. No eran muchos los vampiros que iban a "tomar desayuno" pues la mayoría prefería alimentarse en la madrugada, cuando no había nadie y podían sacar reservas de sangre sin problema, o beber de sus donantes, cosa que por lo menos yo, aborrecía. Pero habían algunos, como los chicos de mi grupo, que si disfrutábamos de "tomar desayuno" ya que, como la academia estaba construida de tal forma que la luz no fuera un problema para nosotros, no era incómodo pasear por ella las 24 horas del día. Así que me puse en marcha, caminando hacia el comedor.

Para distraer un poco mis instintos, usé mi don de sonoquinesis para crear una melodía con las ondas sonoras que habían en el aire, así que, como si llevara una radio escondida, las melodías que se me ocurrían y que pasaban por mi cabeza, resonaban por donde iba caminando. Amaba mi don, era como tener un concierto privado siempre, y amaba hacerle bromas a mis amigos creando voces o sonidos que los alteraban. Sin darme cuenta ya estaba cantando, animada y feliz. Ya estaba distraída, ya no pensaba en la sangre. Seguía teniendo sed pero tenía mis instintos controlados. Y al fin llegué, abriendo las puertas de una forma algo escandalosa, reproduciendo la melodía que iba cantando por toda la habitación, antes de darme cuenta que ya habían dos personas allí. Paré la música de inmediato y solté la puerta, mirándolos fijamente antes de reír.

- Perdonen, pensaba que no habría nadie por la hora, pero creo que solo soy yo quien cree que levantarse a esta hora es levantarse "temprano" -aclaré, con una risita nerviosa. La chica estaba sentada en la mesa donde siempre me sentaba con mis amigos, y el chico parecía tener la misma intención. La verdad no me molestaba, no era una de esas chicas que decía "Lo siento, grupo cerrado. No se aceptan... chicos como ustedes" ni nada por el estilo. Encotnraba a esas personas superficiales e hipócritas. Para mi, era bien recibido cual quiera que quisiera. Caminé hacia ellos hasta ubicarme frente a la mesa y sonreí, ninguno de ellos iba en mi mismo nivel, pero creía haberlos visto por los pasillos o algo así, sus caras se me hacían conocidas.- Fallon Beaumont, ¿Ustedes?- me presenté con amabilidad.

por **Antonella Grace** Lun Ago 09, 2010 9:19 pm

Para mi sorpresa me tope con un chico que lucia como un humano, no precisamente muy corriente, había algo en su energía que se me hacia un tanto extraño sin embargo lo deje pasar y no desprendí la sonrisa de mi rostro cuando se acercaba.
Ya me había acostumbrado a diferenciar a los humanos de los vampiros, sin embargo con los segundos se me daba mas la conversación por raro que pareciese y tenerlo ahí además me hacia comer, cosa que reemplazo la sonrisa con una mueca.

- Eh, hola ¡Claro! - salude felizmente asintiendo. Al menos tenia compañía, era un paso más que debía dar, empezar a hablar con más de dos personas a la vez.

Mire el reloj que llevaba en la muñeca. Aquí dentro todo estaba estratégicamente pensado para que ningún vampiro sintiera si quiera la presencia del sol exterior y las clases eran regidas por los timbres así que daba realmente igual que fueran las siete de la mañana a las siete de la noche.
Aun así me sorprendí de lo poco que había tardado en arreglarme y en lo mucho que empezaría a rendirme el tiempo, lo cual no haría más que darle espacio al aburrimiento.

Suspire cogiendo una uva y mordisqueándola. Entonces a lo lejos capte un sonidillo fuera de lo común. Una onda de poder y de energía únicamente de vampiro. Acto seguido alce la cabeza para toparme con que una joven vampira atravesaba la puerta de manera muy condescendiente y la hermosa música que había invadido la estancia se detenía de golpe.

¿Que rayos había sido eso? Fuere como fuere, era realmente genial, por no decir impresionante. Sacudí la cabeza, no habían sido cosas mías sin embargo tampoco es que pudiera ponerme a preguntar habiendo testigos.
Bufe por lo bajo ante sus palabras. ¡Aprovechar el tiempo de vez en cuando no era un delito! Quise decirle mas me reí de mi misma, siempre buscando una excusa para alejar a la gente. Aun así su vibra era 'buena' y la reconocí como una de las chicas que se sentaba justo en la mesa que yo había escogido.
No iba a clase con ninguno de los dos, mas supe que no podría llevarme si ambos se comportaban tan bien.

- Mucho gusto Fallon - presente sonriente y asintiendo, hacia mucho no escuchaba un nombre tan peculiar como ese. - Antonella Grace - añadí con un leve encogimiento de hombros antes de volverme hacia el otro chico.

por **Dave Mustaine** Mar Ago 10, 2010 5:59 pm

Justo en el momento en que le hablé a la chica en la mesa, comencé a escuchar una extraña música. Justo cuando estaba por avisar a la vampiresa de la mesa, vi que ella también se preguntaba lo mismo. Entonces, se abrió la puerta y la música paró de golpe en cuanto alguien entró. Era también una chica, que sonrió al vernos a los dos. "Fallon Beaumont", su nombre llegó a mis oídos antes de que pudiera siquiera pensar en que decir. Fallon nos preguntó nuestros nombres, "Antonella Grace", dijo la otra chica, y las dos me miraron.
-Dave Mustaine-dije algo perplejo- Yo también pensé que sería el único, pero ya veo que no...
Actto seguido, me senté en la silla e invité a Fallon a sentarse con nosotros, mientras tomaba una manzana y empezaba a comerla.

por **Fallon M. Beaumont** Mar Ago 10, 2010 8:56 pm

Ambos chicos se habían extrañado por la música que había creado y hecho desaparecer antes de que pudieran ver de donde venía, me había dado cuenta de eso. Me pareció divertido por un momento la idea de crear más sonidos y hacerme la loca, como si no supiera que pasaba, para ver sus reacciones. Pero me lo negué a mi misma, al menos por ahora, más tarde quizás. De que lo haría lo haría, quizás ni si quiera con ellos, pero lo haría. Solo que en este mismo momento -solo en este, pues en otro momento me podría haber parecido todo lo contrario-, no me parecía la mejor idea del mundo empezar a conocer a alguien de esa forma.

Los chicos se presentaron uno después del otro, la chica delgada de cabello color castaño se llamaba Antonella Grace, era muy bonita, y por su aroma pude distinguir que era una Dividida, como Mitch, le sonreí cuando se presentó. El otro chico, de cabello anaranjado, se llamaba Dave Mustaine, y era obviamente humano. Ninguno de sus nombres era demasiado complicado como para olvidarlos, y con mi memoria de vampira, sería mucho más sencillo recordarlos. Escuché la pregunta del chico hacia Antonella y lo miré fijo, levantando una ceja y cruzandome de brazos con cara de "¿Perdón, escuché bien?".

- ¿Alguien te autorizó, humanito, para poder si quiera preguntar si puedes sentarte en MI mesa? - Dije con aire serio, intimidante, y con una chispa de odio saltando de mis ojos. Esperé solo unos 3 segundos y me eché a reír, negando con la cabeza. - Bromeo, bromeo. ¡Es genial ver a personas nuevas en nuestra mesa! Menos mal eligieron esta y no otra donde se sientan los vampiros más "rudos" esos les hubieran partido la cabeza.

Reí por un momento, aun que seguro ellos no le veían lo cómico a "partido la cabeza". Volví a abrir los ojos -pues solía cerrarlos cuando reía, al igual que me tapaba la boca cuando lo hacía- y respiré un buen puñado de aire. Error mio. El aroma a sangre de la cocina inmediatamente llegó a mi, y tuve que voltearme rápidamente pues mis colmillos amenazaban con mostrarse a los ojos de ambos chicos. Los guardé de inmediato y volví a mirar a los chicos. Hice una mueca, me estaba haciendo daño. Ahora que sacaba la cuenta, llegaba más de un mes sin beber nada. Solía alimentarme una vez o dos veces a la semana, o aveces solo una vez cada dos semanas, pues me había acostumbrado a aguantar ese periodo de tiempo sin beber. Me gustaba saber cuanta resistencia tenía, probarme a mi misma, conocer mis límites. Pero esta vez había ido demasiado lejos. Por eso me había estado sintiendo extraña estos días, aun que reprimía esa sensación de mi, la "apagaba", pero ahora que sabía que era, no podía seguir así.

Miré a ambos chicos, no me agradaba mucho la idea de beber frente a ellos, además de que podía ponerme un poco agresiva o gruñona al beber, pues como había pasado tanto tiempo, mis instintos de vampira estarían aún más despiertos. Pero ya no esperaría más. Antes de que los chicos pudieran si quiera pestañar corrí hacia donde estaban todas las comidas servidas y tomé dos bolsas de sangre, sin si quiera fijarme bien de que tipo eran, y volví a mi lugar como si nada. A los ojos de Dave, seguro la escena hubiera parecido como si me hubiera teletransportado Lo miré, pues suponía cual sería su reacción, me encogí de hombros.

- Soy una chupasangres- Dije como excusandome, antes de clavar mis colmillos en una de las bolsas, dejando que su tibio contenido bajara por mi garganta, haciendo que mis ojos brillaran con satisfacción. Mis manos intuitivamente se aferraron más fuertemente a la bolsa, haciendo que saliera más de su contenido.

No me gustaba que me vieran así, pero no podía evitarlo, era mi naturaleza. Y en este momento en lo único que podía pensar, era en lo bien que me sentía al fin. Relamiendo mis labios para no dejar caer al suelo ni una mínima gota de sangre. Ahora me sentía mucho mejor.

por **Dave Mustaine** Miér Ago 11, 2010 3:10 am

Fallon me trató bruscamente. Yo, sin embargo, no me preocupé, confié en mis instintos que me decían que me relaje. Pensaba disculparme, pero justo salió con que estaba bromeando. Mientras Antonella mordisqueaba la uva, Fallon fue a una velocidad impresionante a la cocina, fue casi una teletransportación, aunque yo ya había sido advertido de esto. Acto seguido, tomó dos bolsas de sangre sin siquiera mirarlas, y volvió a la misma velocidad a nuestro lado. A pesar de haber oído de su gran velocidad, me sorprendí mucho. Ver a un vampiro moverse así de rápido da siempre la misma sensación, no importa cuantas veces lo hayas visto: es atemorizante. Pensar que un vampiro podría matarte antes de que puedas decir "Lycan", o "Hola", o "¿Me pasas la salsa?". Sacudí mi cabeza, volví al mundo real y ella volvió a hablar: "Soy una chupasangre". Mordió una de las bolsas y la apretó fuertemente. Seguí mordisqueando la manzana, esperando a que alguien hablara.

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