Conociendo A Mi Compañera De Cuarto {Wendy}

Los días se pasaban con rapidez, mi mente apenas asimilaba pocas cosas de las que me había enterado en estos días, pero tenia que hacerlo, apenas hace días había descubierto que el escuchar a los demás era un don y la verdad es que yo quería mejorarlo del todo. Me agradaba la idea de conocer a más personas como yo, tenia que admitirlo, a pesar de estar acostumbrada a la soledad el saber que podría tener amigos parecidos a mí me gustaba. Empaque mis maletas, lo único que iba a extrañar de mi casa era dejar a mi tía sola, pero bueno, cada persona debe buscar su propio camino, su propia felicidad.

Derrame unas lágrimas cuando miraba a mi tía através de la ventana. Suspire, sabia que la vería pronto, pero tendría que acostumbrarme a no verla a diario. Llegue al instituto, la verdad es que era un lugar impresionante. Sabia que tenia que acostumbrarme rápido a las cosas en este lugar, daría lo mejor de mi y me esforzaría por aprender todo lo que necesitaba, mi don, me seria muy útil para la supervivencia ya que descubriría quienes eran falsos y quienes eran honestos conmigo.

Una señora me dio mi horario de clases y me guío hasta mi habitación. Abrí la puerta, era un lugar espacioso pero había otra cama ¿Compartiría habitación? Pues al parecer si. Deje mis cosas en una de las camas que tenia una ventana, me gustaba poder tener una buena vista. ¿Cómo seria mi compañera? Esperaba al menos que fuera alguien amable, seria muy malo si me tuviera que llevar mal con la persona con la que compartiría el resto del año escolar. Suspire mientras me recostaba en la cama y cerraba los ojos, vampiros, brujos…Era tan increíble lo que me estaba pasando.

Al cerrar los ojos miles de imágenes invadieron mi cabeza, mi tía, mi madre y su esposo. Bueno, quizás eso significaba que en verdad los extrañaba. A mi madre no tanto, pero si a mi tía, ella había sido la que me había dado todo el ultimo año, su apoyo y comprensión me había ayudado a superar muchos problemas y me habían hecho ser quien ahora era. Suspire, debía dejar de pensar en esas cosas y concentrarme en las cosas que me estaban pasando: Un mundo de seres mágicos y esta maravillosa academia. ¿Quiénes seria los profesores? ¿Qué clase de compañeros tendría? ¿Serian amables? Era mejor pensar en eso que en mi familia, y definitivamente me hacia menos daño. Abrí los ojos de nuevo al sentir unos pasos que se acercaban al dormitorio ¿Seria mi compañera? Pero al abrirse la puerta vi que era una señora. Me relaje de inmediato. Ella me entrego unos papeles que me hacían falta y me deseo suerte. Sonreí fingidamente para no ser maleducada, sabia que no me iría del todo bien. Yo no encajaba.

La señora me dejo sola, seguro en mi rostro vio la preocupación ¿Era normal todo esto para los demás o yo era la única que me estaba preocupando mas de lo debido? Me senté en la cama, no podría dormir y no quería cerrar los ojos ya que temía lo que fuera a imaginar. Suspire, me calmaría, todo esto seria normal, ignoraría los poderes de los demás y su naturaleza y solo seria yo, no valía la pena pretender ser quien no era, seria una humana mas queriendo estudiar y superarse.

De repente la puerta se abrió de nuevo, pero tras ella apareció otra chica, de mi edad seguramente. Así que ella debía ser mi nueva compañera de habitación. Le sonreí tímidamente, bueno, al menos en apariencia parecía ser amable, aunque yo no era de las que me dejaba guiar por la primera impresión, ya que casi siempre solía ser errónea. La chica parecía llevar aquí bastante tiempo ya que se veía cómoda y con confianza, así que seguramente yo era la chica nueva que venia a ocupar su espacio. Me mordí el labio, de verdad esperaba llevarme bien con ella, si no éramos amigas al menos quería poder convivir en paz. La chica no entro y eso me mostró que estaba un poco sorprendida, me puse de pie y la mire sonriéndole de nuevo. Pero ella pregunto que si me podía ayudar en algo así que me puse un poco seria.

-Bueno, ayudar no, soy tu nueva compañera de cuarto…Creo- Dije mirándola. La verdad es que quería parecer amable ya que en verdad lo era, pero tampoco deseaba que ella pensara que yo era una tonta, porque no lo era, y lo mejor era demostrar ser quien en verdad era, ya que según lo que yo trasmitiera los demás me verían de esa forma.

Me sentía examinada por la chica, era normal. Pasaríamos la mayor parte del tiempo juntas, y una habitación es un lugar privado, en el que uno se puede evadir de los demás y descansar, así que ella al igual que yo me miraba intentando conocerme para ver a que tendría que atenerse. Por mí parte no me preocupaba por tener que compartir una habitación, nunca lo había hecho, pero seria una experiencia nueva, y eso era lo que yo buscaba al venir a este lugar: Salir de la rutina. Yo era limpia y ordenada, pero como toda adolescente a veces me enloquecía un poco, esperaba que por esa parte no tuviéramos problemas, al fin de cuentas ambas éramos diferentes, pero si ella no se metía conmigo y con mis cosas todo estaría bien. Mire de nuevo la habitación, era bastante espaciosa, eso era bueno por que la convivencia en lugares pequeños era mas complicada.

La mire mejor, la chica parecía ser amable, pero de el tipo de personas que no se deja molestar por los demás, bien, así no tendríamos problemas ya que yo tampoco me dejaba de nadie, lo cual me ayudaba mucho en la supervivencia de lugares como este. Me cruce de brazos esperando a que ella dijera algo pero recordé que no debía hacer eso, eso era mostrase cerrado ante las cosas.

Sonreí ante lo que dijo sin reírme del todo, no quería que pensara que me estaba burlando de ella. Seria pésimo empezar con el pie izquierdo ya que si nos desagradábamos nuestra estadía en este lugar podía ser un infierno para ambas. Ella entro del todo y se acerco hasta donde yo me encontraba. Estreche su mano amablemente –Mucho gusto, yo soy Amelia- No considere necesario decirle que me llamara de alguna forma especifica ya que apenas la conocía. Gire un poco mi rostro siguiendo la dirección de su mirada, ella miraba la cama ¿Ahora que?

Sonreí de lado ante su comentario, bueno, agradecía tener la ventaja de poder leer su mente. –Bueno, siento mucho no haberte esperado, y la verdad es que vi cosas sobre la otra cama, así que era lógico que ya estaba ocupada- Dije mirándola fijamente, yo no me tomaría su broma a mal, era bueno que ella fuera bromista ya que yo también podía serlo, pero tampoco dejaría que yo era la clase de personas que se dejan molestar de los demás, eso nunca.

Intente mantener en mi rostro una expresión neutral, pero la verdad es que la cabeza de esta chica estaba llena de cosas divertidas, al parecer, así no me hablara yo no podría aburrirme, con una mente tan divertida ¿Quién podría aburrirse? Ahora ella estaba pensando en programas de TV, sonreí levemente pero me puse seria de inmediato. Ella pensaba en las chicas prepotentes así que eso me indicaba que ella no lo era, me relaje un poco, no bajaría la guardia, pero al menos sabía que ella no era una de esas chicas odiosas.

Ella había inventado una buena excusa y ahora insinuaba que no me quería en la habitación, que la prefería para ella sola. Sonreí de lado pero la mire seria y firme, aunque ella no lo estuviese diciendo en serio yo le mostraría que no era la clase de chica tonta que se deja manipular por alguien que tiene mas tiempo en un lugar. ¿Una bienvenida? Había escuchado de esas cosas aunque esta era la primera vez que me pasaba, aunque bueno, yo nunca había estado en una especie de internado antes.

-Pues entonces deberíamos sortearnos las camas, y que la que gane la gane justamente, no por dictadura- Esta vez hice que mi vos también sonara borde, ella me estaba poniendo a prueba, bien, yo también podía hacerlo. Camine hasta la cama y me senté en uno de los lados de ella, no lejos de la chica, y desde allí podía mirarla mientras hablaba ya que me parecía de mala educación ignorarla. Aunque yo le estuviera siguiendo la corriente no quería decir que dejaría mis modales de lado.

No pude evitar sonreír de nuevo ¿Algún lado? Bufe intentando parecer odiosa también, la verdad es que había visto varias películas sobre esto pero al parecer a ninguna de las dos se nos daba muy bien eso de actuar como egocéntricas. –En alguna parte no, obviamente una cama es mía, así que lo sorteamos y punto- Dije intentando parecer molesta, aunque bueno, esperaba que esto no se prolongara mucho ya que solo quería conocerla, ver quien era la chica con quien tendría que compartir mi habitación por el resto del año. –Mira, estoy cansada y quiero una cama pronto, así que apúrate…- Dije mirándola fijamente.