Ceremonia de inicio de año {Todos los usuarios}

Era el primer día de escuela, veía por todas partes caras nuevas de chicos de primero. Algunos de ellos estaban nerviosos e impacientes, movian sus manos nerviosamente por todas partes y hablaban entre ellos fingiendo una que otra sonrisa nerviosa. Los de segundo y tercero estabamos bastante tranquilos, para nosotros era sólo una año más en esta escuela, esta escuela que se había creado hacía años atrás con el único propósito de la convivencia entre humanos y vampiros, así como también la raza entre aquellos dos mundos, los divididos.

Todos habíamos sido llamados a ese lugar, al gran salon que ahora estaba decorado con un sin fin de cosas que se veían bastante antigua. Teniamos esta fiesta todos los años, no había habido uno de ellos en que esta fiesta no hubiera sido una locura para el amanecer. Era por eso que los prefectos estábamos allí, para mantener el control y más que nada para cuidar a los humanos.

Me dirigí con paso lento hacía la entrada y pasé con aquel bello vestido que mi mejor amiga, Fallon, me ayudó a escoger para la ocasión. Un vestido azul electrico apegado a mi cuerpo en cada fibra, y lo más extraño era que no me sentía ni un poco incomoda en el. Le sonreí a los viejos amigos y miré con amabilidad a los nuevos alumnos, tratando de que en mi sonrisa se notara que estaba allí presente por si necesitaban algo. Me senté entonces en la línea en la que estaban los más conocidos y abracé a uno que otro amigo que no veía desde hacía tiempo, aun habían lugares vacios en nuestra mesa y supuse que algun alumno nuevo se podría sentar con nosotros. Luego de darle otra mirada al salín me volteé lentamente al escenario en donde, dentro de unos minutos, estaría el director de la escuela dando el discurso de iniciación. Justo como todos los años.

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En el gran salón, solo se veían chicos nuevos. Ninguna de las caras que se lazaban ante mi eran desconocidas. Me había puesto unos vaqueros negros y una camisa, no demasiado formal, ese no era mi estilo. Ladeé mi cabeza hacía un lado. Recorde cuando llegué allí por primera vez. Todo era tan nuevo y tan increible para mi. El cuento de hadas en el cual todavia estaba. Pero me invadió el recuerdo de que comenzaba mi tercer año, especialización física. Y sabía que en tan solo trescientos sesenta y cinco días volvería a estar solo, sabiendo mas, pero eso no aliviaba el dolor.

Entonces, detras de todas esas caras desconocidas aviste una que si lo era. Mitch, mi mejor amiga desde que llegué aqui, se alzaba con un vestido azul relámpago increible. Me acerqué a ella, abriendome paso entre las multitudes. Cuando llegué, lo hice por detrás y la tapé los ojos con un aire bromista.

-¿Demasiados desconocidos? -dije, quitandola las manos de sus ojos. Sonreí, y dije -Estas preciosa -alcé una ceja, cuando ví al director subiendose a un pequeño altar. Segurramente iba a empezar el discurso de todos los años, que mas que un discurso era un repaso de la reglas para los nuevos, pero al fin y al cabo era inicio de curso.

La ceremonia, me emocionaban tanto las fiestas. Nunca podría negarme a asistir a una, sobretodo si podría convivir con las demás personas del instituto. Fue así como al recibir la invitación fue inevitable que me emocionara, es decir ¿Cuántas veces al año había fiestas? Yo amaba bailar, la música y todo lo que fuera sinónimo de alegría. Así que esta fiesta seria la oportunidad perfecta para ello, y también lo seria para pasar un rato agradable con mis amigas. Conseguí un lindo vestido y me arregle, no querría verme desarreglada ante todo el instituto.

Estuve toda la tarde arreglándome y cuando llego la noche baje al gran salón, la verdad es que no sabia con que me iba a encontrar pero bueno, tampoco es que me preocupara mucho por ello. Muchos de los chicos me saludaban, era genial que los demás me conocieran, nunca en mi vida me había preocupado por tener amigos o ser popular pero al parecer las cosas se daban con naturalidad sobretodo porque a los chicos les gustaba mi amabilidad y constante entusiasmo. Les sonreía a la gran mayoría y así fue como llegue al salón.

Me quede contemplando el lugar por unos segundos, al parecer había decido bajar muy temprano ya que habían pocas personas en el lugar. A la primera que reconocí fue a Mitch, la salude con la mano mientras me acercaba un poco. De camino vi a Seth, le dedique una hermosa sonrisa, ese chico me agradaba mucho. –Hola- Le dije a Mitch sonriéndole, la verdad es que el hecho de que ambas tuviéramos el mismo don generaba una pequeña conexión, sin contar que gracias a ella yo había conocido este lugar.

Senti algo que me cubrió la vista de los demás en aquella sala, su piel era tersa y fría y yo sonreí al reconocer a mi mejor amigo.-Seth.-Dije sin pensarlo dos veces, era triste que para los divididos no hubiera algo así como la sorpresa, aunque tuviera los ojos tapados aún podía oler a Seth. Miré mi vestido de reojo y sonreí algo apenada y resignada al mismo tiempo.-Siento que es demasiado.-Le dije sinceramente.-También te ves bien-

Me asombraba verlo por aqui, Seth era de los chicos rudos de la escuela y no me acostumbraba a verlo en un baile así de formal como el de inicio de año. Sus pensamientos se inclinaban hacía mi vestido, en verdad le gustaba como iba vestida y eso me hizo sentir un poco más normal. A mi alrededor habían más y más chicos entrando. Algunos se sentaban en mesas puestas allí para que los alumnos descansaran un poco y otros se quedaban parados esperando ver a una cara familiar que los guiara. Pronto llegó alguien más a mi lado, Amelia, aquella humana que me había descubierto.

-Hola.-Le devolvi el saludo con una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes. Ella también estaba vestida elegantemente, justo para la ocasión. Era extraño verlos a todos así pero en parte me agradaba esto. Hace mucho tiempo que no salía y disfrutaba un tiempo con las personas de la escuela, en vacaciones siempre pasaba el verano en casa con mi madre y a la única que tenía opción para ver era a Fallon. Que por cierto... me seguía preguntando en donde estaba. Si dejarme sola era su plan iba a sufrir cuando la encontrara, no planeaba hacer el ridiculo sola, además de que todos saben que a los prefectos nos hacen pasar al frente del escenario en pleno discurso.

El director aun no aparecía y la ceremonía aun no comenzaba, esperaba que más alumnos llegaran y que esto empezara de una buena vez.

Noté como Mitch estaba un poco apenada. Esto me preocupo, pero decidí no preguntar. Según tenía entendido, su dón era el de leer la mente y localizar la esencia de las personas, por lo que mi mejor amiga lo debía estar pasando mal. Ya que para ella no existia la sorpresa, nadie podía sorprenderla ni ocultarla nada. Suspiré, apenado, pero intenté no pensar en eso y cocnetrarme en la fiesta.

Seguia entrando gente, miles de rostros que no conocía se alzaban hacia mi. Me sorprendía que tanta gente nueva entrara en la academia. Por lo que olía, había muchos mas divididos que el año pasado. No pude evitar sonreir, esa raza me fascinaba, y nunca terminaría de hacerlo. Era como vivir dos vidas, mitad humana mitad vampira. Y lo mejor es que podias elegir, algo que yo no pude hacer. No pudé evitar sonreir cuando ví pasar a Amelia.

Desde que la conocía sentía una insana atracción por ella, y lo peor es que no podía explicarmelo. Sonreí abiertamente y la saludé. -Hola -usé un tono agudo, aclarando mi voz. Respiré hondo, notaba como los olores de vampiros y humanos se mezclaban en la sala, sobre todo los de Mitch y Amelia, ya que era los que mas cerca tenía.

Atravesó la puerta del Gran Salón justo en el momento en el que el director de la escuela se ponía en pie y se acercaba a un atril. Supuso que recitaría un pequeño discurso aprendido, y esperaba que al menos fuese lo suficientemente largo como para darle tiempo a observar a sus nuevos compañeros.

Lo primero que pensó es que se había arreglado demasiado al ver a un chico con vaqueros y camiseta. No es que Zac fuese de traje, pero llevaba una chaqueta azul oscuro y una camisa. Desvió un poco la vista por el grupito del chico de los vaqueros y vio que tenía cerca a una chica bastante guapa con un vestido arreglado. “Vale, al menos no es cosa mía.”

Dejó escapar un suspiro y se acercó un poco más al estrado donde se encontraba el director para escucharlo, aunque en realidad estaba más pendiente de la gente que le rodeaba. Vampiros, humanos… Imaginó que también habría gente como él, que no eran ni lo uno ni lo otro, pero realmente no tenía seguridad de que así fuera.

Suspiró de nuevo y se giró como buscando a alguien, aunque supiera que no había nadie allí que lo conociese. “Qué raro se me hace estar solo…” pensó mientras se volvía a girar para escuchar el final del discurso.

Volví a oler el aroma del aire. Otros dos divididos habían entrado en la sala, su olor entremezclado con dos razas se distinguia notablemente. La priemra, una chica vestida con un uniforme escolar, no estuvo demasiado cerca de nosotros. Y, el otro, se me quedó mirando durante unos instantes. Me ojeó de arriba a abajo, lo cual me puso un poco nervioso. "Pero, ¿y qué le pasa a este?" pensé. Despues, miró a Amelia y luego a Mitch. Por último se giró.

Entonces, recordé que necesitaba ir con pareja ya que luego habría un baile, y para bailar solo me volvía a mi habitación. Entonces recordé el dón de Amelia y la atracción que habia sentido auqella noche por ella. Me concentré en ella, y pensé "Amelia, espero que este libre para bailar" intenté persuadir a la mente de Mitch, que tambien tenía ese dón, aunque si me decían que si lo vería ella misma. Volví a mirar a Amelia y me acerqué a ella, esperando una respuesta

Otro de todos mis años en el instituto... Ya saben, el comienzo del año, la ceremonia, las clases, las mismas 3 chicas de todo el instituto que querían conocerme, practicar guitarra, practicar mi transformación a solas, ir a lugares solitarios y pensar en mi futuro... y ver a mis pocos amigos. Vampiros y humanos, e incluso divididos, iban por todos lados. Ya me había acostumbrado a las bolsas de sangre del comedor.

Y entonces, vestido casi como si fuera un día normal, ya saben, siendo yo mismo, bajé al gran salón... Gente hablando por todos lados, eso se veía. Y alguna que otra chica, mirándome sonriendo, hablando con sus amigas. Una sola vampiresa de, ¿cuantas? ¿7 chicas? Al menos aproximadamente 7 u 8 chicas veía yo. Y entonces me pregunté a mi mismo, pero en voz alta:
-Y dónde está Dan...?
Miré hacia todos lados, buscando a mi mejor amigo, y uno de los pocos que tenía. Sinceramente, necesitaba conocer a alguien más. Tal vez un vampiro o una vampiresa. Serían mi objetivo este año, claro, además de aprender unas cuantas canciones de Metallica o Slayer e intentar componer un par de canciones. Como siempre, supuse que no terminarían siendo muy buenas... pero eso aún no lo sabía.
La música se escuchaba en todo el salón, "Buena música", pensé yo... Y entonces, me armé de valor para ir a hablar con alguien, la primera persona que vea, esperando la aparicíón de Dante, y esperando que me presente a alguien nuevo por conocer este año...
De este modo, preguntándome qué riffs se me ocurrirían y cuántas personas conocería este año, di un paseo por el salón, hechando alguna que otra mirada a la puerta. Y vi al director, y a los profesores... esperaba que no me toquen los del año pasado...
-Maldición, Dante, aparece...
Comencé a impacientarme y vi un gran grupo de vampiros y divididos, y había una humana... estaba considerando ir a hablar con ellos, los había visto con Dante algunas veces...
Decidí acercarme al estrado. Entonces vi a un chico con una camisa y una chaqueta azul oscuro. ¿Zac Bennett? Sí, yo había visto a ese chico, la mayoría del tiempo solo, me fijaba en él muy seguido, siempre pensé que podríamos ser amigos. Entonces, cuando iba a hablar con él, apareció otra de mis amantes. Quería bailar conmigo. Hablé con ella unos segundos, hasta que le dije que estaba ocupado y que tenía que hablar con alguien. Me fui, largué un suspiro, y hablé con Zac...
-Parece que estás solo hoy... Soy David Mustaine... pero puedes llamarme Dave, o Colorado, o Colo, o como tu prefieras-le dije mientras le tendía mi mano para estrechar la suya.
Miré alrededor, buscando una vez más a Dante, y al grupo de vampiros y divididos, pero no lo encontré por ningún lado. Miré a Zac, y sonreí muy ligeramente mientras esperaba su respuesta.

Justo en el momento en que le tendí la mano, y miré a ver si Dante había llegado, vi a Sofía, aquella vampiresa que había encontrado unas noches atrás en el lago. La miré un segundo y volví a buscar a Dante. Entonces, un vampiro chocó conmigo y me caí sobre una mesa, cuya comida se me cayó encima. Las personas de alrededor apartaron la mirada para que yo no viera sus sonrisas.
-Hey, ¿¡qué haces!?-le dije mirándolo enojado. Se limitó a seguir su camino.
Maldición, me había manchado la camisa y los pantalones. Parece que a algunos vampiros no les agradamos los humanos, pues este lo hizo intencionalmente. Y yo, como siempre, me limité a quedarme viendo cómo todos se reían de mi. Maldición, Dave, lo hubieras golpeado. Tú no le habías hecho nada, y él te arrojó contra una mesa y ahora estabas hecho un desastre. Tenía ganas de transformarme en un elefante y aplastarlo. O tal vez en un león y desgarrar su carne. O en un gorila y llevarlo fuera del instituto para que se se queme vivo. Pero esto revelaría mi don especial, aquel que sólo yo poseía... ¿O habría otro cambiaformas? Eso, no lo sabía, pero tal vez había otra persona con mis habilidades. Si, en todo el mundo debía haber otro, tal vez en el instituto. Entonces volví al mundo real. Dave, dios, estás tirado en el suelo con camarones por toda tu camisa y un plato de fideos en la cabeza en medio de la ceremonia, y te quedaste en el suelo pensando si había otro cambiaformas en todo el mundo.
-Idiota...-me dije en voz baja a mi mismo.
Me incorporé, me quité los camarones de la camisa, los fideos del cabello y dejé el plato (vacío) en la mesa, que ya había levantado. Por supuesto, nadie me preguntó si estaba bien, o si necesitaba ayuda. Ese era yo, el idiota de David Mustaine, un antisocial humano con ya 21 años que si era golpeado o agredido solo recurría a las palabras. Dios, si mis padres y mi hermano estuvieran vivos, no sé lo que harían conmigo. Miré alrededor. Mucha gente me miraba, algunos reían, otros con cara de "Defiéndete, idiota", pero claro, nadie con cara siquiera de mínima preocupación. Gruñí. Los miré a todos con odio, excepto a Sofía, que ni siquiera quise fijarme si había visto el show. No, no podía verla, no importaba si me había visto o no. Esperaba que no. Tomé un vaso de agua y me senté solo en una mesa. Otra desastrosa ceremonia para Dave.

Spoiler:

Finalizado el discurso del director un par de alumnos hicieron amago de aplaudir, pero la idea no fue secundada y el amago quedó en nada. Casi inmediatamente después las música comenzó a sonar más alta de lo que a Zac le hubiese gustado. Frunció momentáneamente el ceño y se apartó un poco de la zona del DJ, acercándose casualmente al grupo de alumnos que había visto nada más entrar al salón.

Se giró al notar algo que le conformó la presencia de gente como él en el salón. Una chica castaña con vestida con lo que parecía ser un uniforme de escuela lo estaba mirando, y era claramente un dividido. La joven le sonrió pero no se movió de donde estaba. Zac le devolvió la sonrisa e hizo un suave gesto de reconocimiento con la cabeza. “Seguramente será tímida… O quizás prefiere estar sola” pensó.

No tuvo tiempo de pensar mucho en ello, ya que enseguida un chico pelirrojo se le acercó y se presentó como David antes de tenderle la mano. Zac se la estrechó, algo sorprendido por la rapidez con la que se le había acercado y presentado. –Para variar… -Comentó con algo de resignación en la voz. -Zac Bennett, encantado. –Dijo esbozando una sonrisa para acompañar al apretón de manos. Pero el pelirrojo parecía estar buscando a alguien y no comenzaron una conversación realmente.

A él se le hacía verdaderamente raro estar solo, pero tenía que reconocer que no se le daba bien entablar amistades así, por las buenas. El inicio de las relaciones sociales no eran lo suyo… Y las fiestas tampoco. Menos mal que hacía poco había conocido a una chica que parecía agradable… Y hablando de ella entró el torbellino pelirrojo que reconoció inmediatamente como Fallon.

Saludó a todos los que se encontraban alrededor de él y entonces se acercó a Zac y también le tomó la mano y se la apretó. El chico no pudo evitar sonreír ante el gesto. –Ey, estás muy guapa. –Le dijo mientras ella pasaba para seguir saludando a sus amigos.

De pronto se escuchó un estruendo y platos caer. Zac se giró y vio que el chico que se le acababa de presentar estaba en el suelo, cubierto de macarrones y fideos. Había demasiada gente alrededor por lo que el castaño no llegó a tiempo para ayudar a Dave pero si noto, y no le hizo demasiada gracia, que nadie hiciese nada por ayudarlo.

Se separó un poco del grupo de amigos de Fallon y se acercó a David. -¿Estás bien, Dave? –Preguntó cuando llegó a su lado. –He visto lo que ha pasado, pero no me he podido mover de donde estaba, lo siento. –No había sido culpa de Zac, eso estaba claro, pero el chico había necesitado ayuda y él no había podido proporcionársela, por eso se disculpaba.

Off: Tio, Dave, dame tiempo a contestar, que tenía medio post escrito y lo he tenido que borrar por tu culpa XD

Off: Si, lo siento, es que me aburria enttonces tenia que postear en algun lado, y este era el unico disponible xD

Habiendo terminado de tomar el vaso de agua, se apareció enfrente mío Zac. Estaba a punto de decirle que se fuera, que me dejara solo, pero cuando habló em tranquilicé totalmente. En cambio, me limité a sonreír, simplemente no lo pude contener, finalmente alguien me ayudaba, en la mayoría de fiestas del instituto yo era el que salía dañado, o desarreglado, o insultado, y nunca nadie me había ayudado o siquiera preguntado si estaba bien. Claro, nadie más que Dante, mi mejor amigo.
-Sí, supongo que sí... pero ahora todo mi pelo está húmedo, y mi camisa manchada, y OTRA VEZ soy el hazmerreír de la fiesta...
Sin embargo, por dentro aún reía un poco, sí, como si estuviera feliz, porque así al menos la gente se limitaba a verme. Y ahora, con Zac tratándome tan amablemente, era más feliz aún. Eramos muy parecidos, Zac y yo. A los dos se nos hacía difícil conocer a alguien, eramos algo solitarios, compartíamos esa sensación extraña, los dos con pocos amigos. Sí, yo envidiaba mucho a Dante en ee aspecto. Él tenía muchos amigos, y las chicas se interesaban mas en el que en mí. Al menos si hubiera una sola canción de Metallica, o Pantera, o Iron Maiden, o Judas Priest... Vaya, otra vez me iba por las ramas, Igual que hace unos minutos cuando estaba en el suelo.
-De todos modos, Zac, muchísimas gracias por preguntar... parece que sí existe la amabilidad en este mundo... Vaya, simplemente me acabas de alegrar la fiesta... Hace muchos años que solo hay una persona que me apoya, Dante... Él me ha hecho estos años más fáciles, ¿sabes?
Tomé otro vaso de agua y me apoyé en el respaldo de la silla. Miré por la ventana, la noche, y luego miré a Zac, esperando una respuesta, aún con una pequeña sonrisa en mi cara.

Cada vez entraban mas personas al lugar, la verdad es que el ambiente era aburrido al tratarse de un discurso, pero las personas lo hacían mas entretenido ya que escuchar lo que los demás pensaban me mantenía despierta. En ese momento el pensamiento de Seth me aterrizo del todo ¿El quería ir al baile conmigo? Es decir, el era muy guapo, podía ir con cualquier persona del instituto ¿Por qué yo? Pero no me lo pregunte mas, obvio no podría negarme, iría al baile con uno de los chicos mas guapos. Le sonreí, como le respondería, me acerque un poco a donde el se encontraba. –Si iré contigo- Dije mientras me sonrojaba levemente, en verdad yo no era buena para esas cosas.

Pero en ese momento llego mi compañera de habitación y me distrajo del todo, bueno, me agradaba saber que yo no le desagradaba porque la verdad es que ella me caía bastante bien. –Hola Wendy- la salude en tono amable mientras seguía mirando a las personas que poco a poco iban llegando. La verdad es que había todo tipo de personas aquí, humanos, divididos, yo aun no aprendía a diferenciarlos, solo me había acostumbrado a los hermosos ojos azules de los vampiros. Mire de nuevo a Seth, ese chico tenia algo que en verdad me agradaba, aunque no sabia que era.

Después de que mas personas que no conocía entraron al lugar pude reconocer a mi mejor amiga Analeigh ¿Cómo no reconocerla? Le sonreí a lo lejos mientras ella se acercaba hacia donde estábamos nosotros, no sabia porque pero este era el rincón mas concurrido ¿Populares? No lo sabía. La abrase con fuerza cuando se acerco –Me alegro mucho de verte querida- Dije mientras le daba un beso en la mejilla, la verdad es que hacia mucho tiempo no la veía y no salíamos por ahí a divertirnos, esperaba que pudiéramos aprovechar esta oportunidad para eso.

Muchísima gente entraba al lugar, pero muy pocos salian, lo cual desproporcionaba las cosas. Estaba lleno, aunque la mayoría se concentraban donde estabamos nosotros. ¿Populares? Lo dudaba mucho, tal vez raros, pero no populares. Conocía bien a Mitch, ella no quería destacar, y solo se juntaba con gente que compartia sus gustos. Entonces, descarté lo de los populares. Y, al fin, obtuve una respuesta de manos de mi amiga Amelia.

Ella se acercó a mí, y para mi suerte dijo que sí. La cogí de la mano, feliz, pero pronto tuve tuve que soltarla. Mas y mas gente entraba y ella reconocióa una persona, y se acercó a ella. Despues, se acercó otra, de la cual debía ser mas amiga, ya que el abrazo fué mucho mas grande. Entonces, suponiendo que iba atardar, volvía a girarme hacía Mitch, que llevaba callada durante un buen rato. No solía ser así, lo cual me preocupaba un poco, creía que tenía asumido l de su dón y su raza. Pero, me dió una sorpresa. Me volví a girar hacía Amelia.

Entonces, ella volvió a girarse hacía mí. Sonreí , y la cogí de la mano de nuevo. -Bueno, lo que te iba a decir antes de que me interrumpieran ...-comencé a decir-. Somos una pareja en un baile, por lo tanto, ¿me permites este baile? -dije, sonriendo. Sin esperar si quiera respuesta, la cogí de la cintura. Para mi suerte, sonó Two Worlds Collide. El contexto de la canción habría pegado mas con Mitch, mi mejor amiga, pero era lenta, mas o menos lenta. De pronto, todas las parejas comenzaron a bailar, y nosotros no ibamos a se una execpción

La mañana se había hecho larga, no sabía qué rayos ponerme para el gran baile. Y el hecho de ir con Sofía me ponía más nervioso aun, aunque a la vez me emocionaba. Empecé a pensar…Elegante? Medio elegante? O un tanto informal?...Como iría Sofía? Si la conocía bien, que no era mucho, seguro se vestiría con algo que le quede en verdad hermoso y resalte su muy bonito cuerpo, de qué color?...No lo sé, asique sería mejor ponerme negro, ya que ese color combina con casi todo.

Por suerte negro tenía mucho. Asique decidí llevar una camiseta toda le color negro, con cuello alto, que se pegaba a mi cuerpo, pantalón de jean de tonos oscuros con tachas sobre los bolsillos y en un pie y gran dragón de color gris que resalta cuando le da la luz…Muy bueno para ir a bailes ya que resalta bien y por último, en los pies unas botas metaleras, negras muy pesadas, con varios abrojos de adorno etc… Sería un estilo un tanto oscuro e informal, esperaba no ser el único bicho raro en el baile… Ah! Me olvidaba de algo… Mi collar, era un collar con una cadenita de oro con un colgante en forma de araña con culo violeta… Me lo había regalado mi madre a ella, al igual que a mí, le encantaban las arañas.

La tarde-noche había llegado, la fiesta estaba por empezar y yo volvía a mi habitación para cambiarme…Dave no estaba, seguro ya había salido para allá. Yo tome mi ropa velozmente y me la puse, me mire al espejo para arreglar un poco y me revolví el cabello dándole un poco de forma. Tome una chaqueta que combinaba y corrí para el gran salón…
Al llegar me detuve en la puerta, para respirar un poco, al recuperar el aliento me puse la chaqueta sobre el hombro sosteniéndola con una mano y con la otra abrí la puerta del lugar… Ya había música, lentos, sonreí de lado y busque con la mirada primero a Sofía…Y estaba en una mesa alejada, estaba muy hermosa con su vestido, sonreí una vez mas y camine entre la gente hasta que llegue a donde estaba ella. Me pare a su lado y me incline un poco para susurrarle.

Buenas noches hermosa señorita, debo decir que esta noche esta radiante…

Dije y luego le sonreí de lado estirando mi mano para que la tomara, así la ayudaba pararse, en verdad estaba muy bonita. Qué bueno que ningún baboso se acerco a ella mientras yo no estaba.

Aquel dia era realmente no mi dia, se suponia que teniamos una fiesta de primer anio, y saben que no estava ni la mera espina para algo como eso, no tuve tiempo de ponerme algo bueno del closet ya que no tenia nada. Solo un vestido verde que en verdad no me gustaba demaciado, no era mi estilo. Pero era apropiado para la ocasion y estava dispuesta a correr el riesgo de las risas diciendo "Wow, ya vieron la Rocker esta de Verde hahahaha." y me sentia como una tonta pensar que eso pasaria, todos los anios era lo mismo y habia llegado algo tarde como siempre nunca soy puntual.

Llegue con un elegante vestido verde que las mangas se corrian hasta los hombros descubriendo mi piel marfilenia, el vestido resaltaba un tal con mis ojos y eso favorcia mucho. La tela era de seda y se veia fantastico con el poco maquillaje que me habia puesto hoy, solo un lipgloss transparente y sin delineador, esta fuera de el estilo que llevaria hoy a la seremonia. Unos tacones de color negro, traia mi pelo anaranjado suelto, me sentia algo fresca y como siempre no sabia si me sentia expectacular por lo cual me... me sentia rara. Como si no encajara nuevamente, no socializaba mucho y la unica persona que conocia estava con la chica esa que ni espina me agradava.

Mi amistad con Dante era enorme y me sentia rara celandole, era como si yo lo quisiera desde hace tiempo y lo quiero desde hace tiempo que lo conosco, aun asi habian muchas caras nuevas muchas, nuevas, tal vez como yo Vampiros ó Humanos, pero me seguia sintiendo sola. Me fui a una de las cuantas mesas vacias y mire al director terminar su discurso, sonrei y deje que un leve suspiro saliera pensando en como era que Dante no se daba cuenta de mi presencia.

Me sentia muy ignorada por el, pero que ay que hacerle tambien podria esperar a la dramatica entrada de Evangeline, ella si que se iria conmigo a platicar puesto que siempre eramos las mismas y tipicas personas tardeadas. Una risita de la nada salia de mi, no estava nerviosa puesto que esa era mi naturaleza. -Sera mejor que llegue ya. Dije pero fue cuando una mirada pasajera se fijo en mi mirandome como su estuviera loca.

Vestido para la fiesta:

Spoiler:

Genial, una fiesta me dije para mi misma. Yo no solía ser una persona muy social con la gente o lo que fuese que me rodeaba, prefería mantenerme sola como siempre había sido, al fin y al cabo nadie se percataría si iba o no a aquella celebración.

Después de ya haberme resignado por completo, ademas que no creía que algún chico me fuese a invitar, un fuerte golpe aturdió por completo mi habitación, era Izecson. Lo había conocido ya días atrás, su compañía siempre me resultaba muy agradable, al oír que deseaba acompañarme a la fiesta, asentí concluyendo así que debía recogerme en la noche.

Ya casi se acercaba la hora de ir a aquel lugar, por lo que empece a arreglarme. Escogí un lindo vestido, era de un color casi negro que fue opaco frente a los mucho lunares de color azul que también tenia, Había planeado hacerme un peinado sofisticado, pero ya no tenía tiempo, por lo que lo alisé y lo atusé como cualquier otro día. No importaba. Más aún, ni siquiera me molesté en mirarme al espejo al oír que tocaban la puerta.

Como si fuera un acto de instinto, pregunte quien era de inmediato oí una voz calmada y fina, era Izecson. Recogí de inmediato mi bolso y un saco gris que yacía colgado sobre el perchero junto a la puerta, abrí la puerta. Izecson me recibió con una hermosa caja de chocolates -Mis favoritos, susurre los deje allí en mi habitación para posteriormente llegar hasta el salón de la mano de Izecson donde se encontraban ya varios estudiantes de la academia.

Al llegar reconocí de inmediato a Fallon puesto que era de mi misma clase, y a Antonella. Al parecer el director ya había dado el mismo discurso de todos los años, los nuevos estudiantes se encontraban asombrados, pero para mi esto no era nada nuevo. Las pocas canciones que había escuchado eran geniales, aunque no me gustasen mucho las fiestas, al parecer me iba a divertir bastante.

Me alegraba ver que todos aquí habían llegado sanos y salvos, había oido que varios alumnos de tercer año habían sufrido varios ataques en las vacaciones. Más nunca supe por qué, ni quienes fueron los desafortunados que sufrieron ese ataque. No eran parte de mi circulo de conocidos. Fallon, como un terremoto, llegó sacudiendo las manos de todos y haciendo bromas que yo aún no entendía por completo. Al verla no pude evitar sonreir, se veía muy linda. Le sonreí y miré al resto de las chicas. Algunas pesadas, miré a Ana de reojo pero ni siquiera la saludé o dije nada descortez. Ella a veces era simplemente insoportable.

Miré a Seth con gracia, sus pensamientos a veces me daban mucha risa, más en estos momentos.-Vayan a bailar chicos.-Les dije a él y a Amelia mientras le daba un empujoncito imaginario en la espalda. Seth había salido a bailar y ahora yo me quedaba sola, realmente no me importaba. El director de paró en el atril y empezó a dar el discurso natural de principio de curso interrumpiendo la canción.

"Alumnos, alumnas, vampiros, humanos y divididos.
Bienvenidos todos a un nuevo año de enseñanzas en Écolè La Sang, la
única y más prestigiada academia de vampiros. Un nuevo año de
tradiciones, experiencias y, esperemos que sea así, nuevos descubrimientos"

El director no era una persona odiosa pero tampoco era muy divertido, igual no conocía a otros directores de escuelas de vampiros como para compararlo. De apariencia era como el tipico director, un saco grande que cubria su voluptuoso cuerpo y unos zapatos bien lustrados. Se paraba recto en el atríl y ponía una cara de profesional que no le ganaba a ningun empresario famoso. La música volvió a sonar y las parejas siguieron su baile.

Me fuí cerca de una esquina, en donde servía las bebidas y los aperitivos, pero no tomé nada. Sólo me quedé viendo como los demás hablaban y bailaban de vez en cuando. Suspiré y me pasé las manos por el cabello lasio y obscuro que me caracterizaba. En estos bailes siempre me sentía un poco fuera de sitio y aunque en realidad me gustaba mucho estar allí y compartir con mis amigos, nunca había sido fan de las fiestas.

Aburrida de todo me puse a investigar en la cabeza de las personas, a gente que no conocía y a los demás que sí, escuchando que pensaban uno por uno. Todos estaban emocionados por estar aquí, lo notaba por sus voces mentales, algunos ya habían conseguido una pareja. Yo realmente no me ocupé de tener una pues me daba igual. Era lindo ver a todos así, de alguna forma me hacía sentir orgullosa de haberme quedado un año más aquí aunque fuera opcional. Además, tenía que cuidar a mi pequeña hermana Fallon, no quería que se metiera más en problemas, aunque viendola ahora parecía que le iba bastante bien. Sonrei y tomé una bebida, sorbo por sorbo mientras seguía allí.

Suspiré alivia cuando, al llegar a mi dormitorio, vi que mi equipaje ya había llegado. Habían dejado mis maletas sobre la cama más cercana a la puerta. Supuse que eran demasiado pesadas y, quien fuera que las había llevado, no quería cargarlas más.

Entré en la habitación y miré alrededor. No estaba mal. Las camas eran idénticas y había alguna que otra cosa suelta por ahí, pero no podía saber si mi compañera había llegado ya o no. Realmente no me importaba compartir habitación, sería una experiencia completamente nueva para mí, pero no tenía por qué ser negativa.

“Eso es, Vickie, piensa en positivo” Me dije a mi misma mientras me dejaba caer sobre la cama, junto a las maletas. Hacía años que ya no me llamaba así, años que nadie me llamaba así aparte de yo misma en mis pensamientos. Ahora era Nadja… Un nombre que había escogido yo misma… Pero aun así no podía dejar de pensar en mí misma como Vickie.

Dejé que pasasen unos segundo sin moverme hasta que, de reojo, vi que al otro lado de mis maletas había un par de cajas que yo no recordaba haber enviado junto a ellas. Me senté en la cama. Eran un par de cajas blancas con sendos lazos violetas, uno de los colores que podía distinguir con total claridad.

Me levanté y me coloqué frente a la caja de mayor tamaño. Tenía las letras D&G escritas en negro en el centro. Parpadeé un momento sorprendida, pero finalmente tiré de una punta para deshacer el lazo violeta y así poder abrir la caja. Dentro había un precioso vestido palabra de honor en color crema. Era de seda y tul, y recordaba vagamente a los maillots de ballet con la falda de tul caída.

Posado sobre el vestido había un sobre con la letra de Dewitt. Lo tomé y lo abrí.
Se buena y ve a la fiesta. Sé que D&G no es de tus favoritos, pero sabía que te enamorarías de este vestido en cuanto lo vieses. Pásalo bien y usa los zapatos que te he mandado.

No pude evitar sonreír al leer la nota. Me sentía rara. Agradecida y a la vez inquieta. Dewitt no solía tener este tipo de detalles. Tomé la segunda caja y la abrí tras quitarle el lazo que la adornaba. Eran unas sandalias de tacón negras con un poco de plataforma. Dewitt tenía razón al mandarle aquellos zapatos, de haber usado otros con ese vestido el resultado hubiese sido demasiado cursi.

Dudé un momento entre hacer caso a mi “padre” y asistir a la fiesta o quedarme en la habitación y pasar de una enorme habitación llega de desconocidos. “Vamos, Vickie… No seas gallina”.
Me vestí y me puse los zapatos. Me pasé un poco de gloss rosado por los labios y me ahuequé el cabello, sin llegar a peinármelo realmente. –Lista.

Salí de la habitación y me dirigí al Gran Salón. La fiesta había comenzado hacía rato. El director había dado su discurso y ahora la música llenaba la sala. Me adentré por entre los alumnos y me di cuenta que algunos iban en parejas. “Oh, por Dios, ¿no será como uno de esos bailes de las películas americanas, verdad?” Me pregunté mientras llegaba hasta la mesa que tenía las bebidas. Tomé un refresco de cola y suspiré antes de darle un sorbo. “Relájate, Vickie, solo escucha un poco de música, bebe algo y luego podrá ir de nuevo a tu dormitorio.”

Vestido: