Desenlaces fatídicos [Amelia]

El dijo que no se alejaría de mí, en verdad nunca lograría entender que era lo que lo atraía tanto hacia mí, pero parte de sentirme alagada me agradaba. Si, no quería que el se alejara de mi, por el contrario, me gustaba tenerlo cerca, el era una de esas personas con las que se podía hablar sobre cualquier cosa. Pero después de que yo bese su mejilla el se desmayo, me quede congelada por varios segundos, no sabia que hacer, el era un vampiro ¿Podía el desmayarse? ¿Por qué motivo? No sabia mucho de ellos, así que lo primero que hice fue salir a buscar ayuda.

Fui a la enfermería corriendo y conseguí que recogieran a Seth. Lo revisaron y dictaminaron que la causa de su desmayo era la falta de sangre, me mordí el labio, ahora me sentía un poco culpable, el había estado toda la noche conmigo en lugar de alimentarse. Así que decidí pasar toda la noche esperando a que se despertara, la verdad es que estaba algo preocupada. El comenzó a soñar, cerré los ojos mientras me recostaba en el sillón y prestaba atención a su extraño sueño. Yo una doncella, valla, nunca hubiera tenido tanta imaginación.

El menciono mi nombre así que abrí los ojos de inmediato. Me puse de pie mientras me acercaba lentamente hasta la cama en donde el se encontraba, le sonreí levemente, se veía débil y el pensar que era por mi culpa me hacia sentir bastante mal. -¿Cómo que, que hago aquí?- Pregunte mientras me cruzaba de brazos -¿Esperabas que te dejara solo?- Pregunte un poco molesta por el hecho de que el pudiera creer que yo me iría y lo dejaría solo después de que había sido mi culpa. –Pues no, he estado toda la noche aquí y no me moveré hasta que estés bien- Sonreí ante lo ultimo, sonaba como una madre regañona, pero lo que estaba diciendo no era mas que la verdad.

La verdad yo no podía creer que el fuera tan malo como para pensar que nadie se preocuparía por el. Yo siempre había pensado que todos merecimos la preocupación de alguien ya que estar solo era lo peor que podía haber. El no tenia que hacer ni demostrarme nada, con solo escuchar lo que el pensaba sabia que estaba muy agradecido, aunque no tenia de que estarlo, yo haría eso y mucho mas por alguien que me agradaba. Lo mire de reojo cuando deseo que la tierra lo tragara, no lo entendía, no había hecho nada malo.

Tampoco podía entender porque un simple beso en la mejilla lo tenia como loco, es decir, no había sido nada, había sido una muestra de aprecio hacia el, pero no entendía porque el pensaba tanto en eso. El estaba exagerando, yo no había hecho mucho, es decir, había venido por ayuda y lo había acompañado toda la noche, pero eso no era mucho, era algo que hubiera podido hacer por cualquiera, ¿o no? Perfecta, perfecta, perfecta. De tanto escucharlo terminaría creyendo que eso era cierto, pero no, yo era una chica común, como todas.

-¿Por qué no? Al fin de cuentas soy la culpable de lo que te paso- El me miro de una forma que hizo que sintiera de todo en el estomago, fue una sensación extraña, pero agradable. No sabia porque pero este chico hacia que me ablandara un poco y que no le tuviera a los vampiros. –No fue nada- Dije sonriéndole. El menciono la palabra sueño y comencé a sentir el peso de este. –Me quedare en el sillón, pero no me iré- Dije como si fuera una niñita terca.