Encanto de París [Libre]

Me encontraba en mi dormitorio, me sentía encerrada en aquel lugar tan poco pintoresco me asfixiaba por completo. Rememore mi ultimo cumpleaños en el que escape de casa, y finalmente me hallaba aquí completamente sola. Extrañaba ver el caer de la tarde junto a mi hermana, los días grises tan abrasadores y cálidos junto a mis padres.

Una lagrima rozo mi mejilla velozmente, e hizo un estruendo horroroso al chocar contra el suelo, quise salir y desahogarme por completo de este estúpido sufrimiento. No me arrepentía de haber escapado de casa y de haber llegado hasta esta escuela, al fin y al cabo era yo quien había decidido, eso cambiaba por completo todo.

Doble uno de los pasillos de la escuela y cruce rápidamente la puerta, ante la mirada de los demás estudiantes, camine unas cuantas calles, ahora nada me importaba. Sabia que por mas de que intentara huir siempre volvería, quise desahogarme haciendo unas cuantas compras, París era majestuoso.

Pude observar como aquella noche era tan esplendorosa, desde muy pequeña disfrute de esta metrópoli, las luces de los almacenes brillaban siempre tan resplandecientes ante la luna que se encotraba en el cielo.

Aminore el paso un poco después de haber recorrido ya varias calles, no había notado que el cielo se había tornado ya demasiado oscuro, las nubes desfilaban lentamente por el cielo y sus gruesos jirones se iluminaban al pasar por delante de la luna y volvían a sumirse en sombras al dejarla atrás, pode oír el ruido de algunos carros que subían y bajaban en la avenida con total prisa, había perdido por completo la noción del tiempo.

Quise devolverme, pero al pasar por la Torre Eiffel me sumí en ella totalmente, me encontré con la mirada profunda de una chica, de seguro que la había visto alguna vez en la escuela, yo no solía ser muy sociable con las personas que me rodeaban.

Seguí aun con mi mirada fija en ella, ¿que estaría haciendo ella por este lugar?, me quede en el lugar en donde estaba a la espera de algún movimiento en su expresión, deje que mis pensamientos fluyeran lentamente.

Nunca conseguía amigas, y no esperaba conseguirlas ahora. Siempre, era un bicho raro ante los demás, no tenia esperanza alguna de que alguna persona quisiese ser algo mio, al fin y al cabo siempre me hacían a un lado, por esa misma razón había escapado de casa, siempre me sentía diferente y rechazada.

Así como nunca tenia amigas, tampoco esperaba conseguir una relación sentimental, era rara para todos por la simple razón de tener algo mas que ellos, mi don de ver el futuro. En la escuela no era lo mismo, todos eran un poco diferentes, nunca me sentía fuera de lo común.

Reaccione al sentir como una fina y lánguida piel me halaba el brazo, me llevo hasta situarnos hasta debajo de la hermosa torre, París brillaba por completo, era realmente fascinante. Pude oír el tono dulce de su voz mientras concordaba con lo que le había dicho y finalmente se presentaba, Antonella que bonito nombre pensé para mis adentros.

-Mi nombre es Alexandra, la luna siempre tan esplendorosa seguía aun fija en el cielo, las frías gotas de la lluvia que agobiaban la ciudad me resultaban cálidas, pose mi mirada en la joven que se encontraba conmigo, se encontraba un poco distante.

Mis visiones sobre el futuro últimamente no era muy precisas, por lo que no les prestaba mucha atención, pensaba que seria mucho mejor centrarme en poder superar este nivel que tenia por todo el frente, en la academia aprendería muchas cosas para la situación que se avecinase.